Los amenities se preparan para la vida pospandemia

Un habitante urbano post pandémico que usa la bici como principal medio de transporte, que ocupa tiempo en su cuerpo y en su salud, que tiene una vida social activa y conciencia ambiental, que puede trabajar desde cualquier lugar, al que le gustan las plantas y le dedica atención a la decoración de su casa, que pide bastante delivery y se entretiene haciendo reels y tik toks. Claro que es una generalización, pero si se moldeara un individuo en función de los nuevos amenities que están pensando las desarrolladoras inmobiliarias en Buenos Aires para la vida del futuro, éste podría ser un prototipo.

“En un escenario pospandemia la gente pasará más tiempo en su casa porque ciertas costumbres cambiaron como todo lo que tiene que ver con el home office. Nosotros estamos preparando nuestros edificios para responder a esa realidad”, dice la arquitecta Ana Astudillo, gerenta de Diseño en la desarrolladora Brody Friedman. Según su visión, la gente que viva en la ciudad buscará más aire, más expansión en amenities y edificios que se parezcan cada vez más a hoteles en cuanto a los servicios.

En Buenos Aires comienzan a levantarse edificios que dan cuenta de los cambios de hábitos sociales y culturales que trajo la pandemia e incorporan amenities pensadas para “la vida del futuro”, mucho más allá del precursor SUM (que se transformó en un espacio cada vez más versátil).

Uno de los casos más notables es el emprendimiento Alto Grande Asamblea, un proyecto de la desarrolladora M & M, una torre de 21 pisos y 3 mil metros cuadrados de parque que comenzará a construirse en marzo en una zona tranquila y de casas bajas de Parque Chacabuco. Los departamentos son de dos y tres ambientes, pensados para cualquier tipo de residentes, pero con algo en común: serán personas que pasen mucho más tiempo dentro de los límites de ese predio. “La idea es construir edificios que la gente no quiera dejar, donde tengan todo todo para ser felices”, gráfica Mariano Maioli, director de M & M Propiedades.

Asumiendo que el home office llegó para quedarse, el edificio contempla un espacio con 24 burbujas de teletrabajo con conexión a Internet. “Es un concepto que ya comienza a ser tendencia en los países nórdicos, acompañados de diseño y tecnología”. También contará con salas de reuniones seguras equipadas para encuentros profesionales a menos de un minuto de las viviendas.

Uno de los aspectos más novedosos –asegura que no hay ningún edificio en Latinoamérica que ofrezca algo así– es el fresh delivery room, un cuarto con una cámara de refrigeración en el que se pueden almacenar y guardar temporalmente los pedidos del súper de los residentes en caso de que no puedan recibirlos en el momento, y un box delivery room que también actúa como depósito de delivery (de productos que no necesitan frío). “La idea de esta amenity surgió a partir de una experiencia personal, creemos que puede ser algo muy útil en esta era del delivery”, agrega Maioli.

El espacio de las rutinas deportivas también se amplió. Si durante la cuarentena los runners que se concentraron en distintos parques fueron un tema de conversación, la torre de Parque Chacabuco propone que todo el ejercicio se haga puertas adentro. La terraza contará con un running track que les permitirá hacer correr al aire libre, contemplando la vista de la ciudad desde el piso más alto. Y hasta algo tan banal como el furor pandémico por Tik Tok hizo mella en los amenities, con una sala especial para que los adolescentes y jóvenes puedan hacer videos o entregarse a largas sesiones de karaoke sin molestar a otros residentes.

 

FUENTE: LA NACION